Esta vivienda unifamiliar aislada se apoya sobre una parcela de huerta cuyo nivel freático casi alcanza la superficie, tratando de liberar de su impacto el mayor suelo fértil original posible y separarse del mismo mediante una cámara ventilada con tomas de aire elevadas y extracción a cubierta que la protejan tanto de la humedad como de eventuales inundaciones.
Se trata de una casa de un único dormitorio y baño con un amplio salón multiusos interior y un gran porche-mirador en “L” orientado al suroeste.
La fachada de termoarcilla vista al interior y el revestimiento de corcho natural exterior le aportan la inercia y aislamiento térmicos adecuados.
El revestimiento de mortero de cal aérea pigmentado naranja degradado y acabado raspado a contra llana con esquinas redondeadas homenajea la textura de las innumerables viviendas inacabadas que salpican la Huerta.











