Texto de Introduccion

“Emergencias iberoamericanas

Las diferencias entre los términos son sutiles, pero existen -Latinoamérica, Hispanoamérica e Iberoamérica-, sobre todo porque estamos frente a una designación cultural cuyo significado histórico es variable. Iberoamérica no es un espacio natural ni geográficamente continuo, sino, en esencia, histórico y cultural, a la vez que de gran envergadura. Es una comunidad configurada por los países de Europa y América Latina que hablan castellano y portugués. En total, 22 Estados con 600 millones de ciudadanos que comparten un tiempo histórico cuyas raíces comunes fortalecen la posibilidad de un sinfín de diferentes modos de habitar el mundo.

Sin duda, resulta un privilegio formar parte de una comunidad transcontinental de tal riqueza. Sensible a la necesidad de apoyar a los jóvenes arquitectos iberoamericanos, inicié hace ya tiempo un programa de investigación, desde una plataforma internacional de difusión permanente, para llegar a aquellos profesionales que, ya sea por la escala de su trabajo o por los reducidos presupuestos que manejan, se quedan una y otra vez fuera de los circuitos convencionales. Descubrir, entender y explicar el fenómeno de la arquitectura emergenteiberoamericana resulta apasionante: la identificación de un grupo diverso y de naturaleza heterogénea que basa sus similitudes en la interpretación de la cultura contemporánea. Comprender la producción de este grupo de jóvenes supone una lección singular respecto a los diferentes modos de iniciar la práctica profesional: trabajan de forma individual, en parejas o en equipos de hasta doce personas. Consiguen acortar las distancias participando del mundo global a través de las nuevas tecnologías, al tiempo que se aíslan del acontecer de su entorno próximo. Emergencias iberoamericanas es una red de redes; es la apuesta por una plataforma documental que crea vínculos a ambos lados del Atlántico redibujando una nueva geografía cultural. Un nuevo mapa. En la celebración del V Centenario del Descubrimiento de América, tanto Portugal como España habían consolidado ya sus democracias, y los países latinoamericanos habían abolido sus dictaduras militares. Pero, mientras a un lado del Atlántico se afianzaba la Comunidad Europea, América Latina padecía su primera década perdida. Hoy, Europa sigue fantaseando con América, y ésta lleva cinco siglos reinventando el viejo continente.

Por otra parte, las continuas crisis económicas y políticas de América Latina se reflejan en su producción arquitectónica; a estas alturas, es muy evidente la clara interacción entre política y creatividad, economía y construcción de la ciudad.